Si éste fuese un blog especializado en cine habría mucho que hablar acerca de esta película, a la cual muchos han calificado de innecesaria y soberbia, claro que desde los estándares a los que Hollywood nos tiene acostumbrado.
Cloud Atlas, como una buena obra de arte, debe su contenido a sí misma y a la experiencia del espectador con cada uno de sus seis relatos. Esta maravillosa propuesta ha sido realizada por los hermanos Wachowsky (Matrix) y Tom Tykwer (Corre Lola Corre) y nos habla acerca de la interconexión que hace funcionar al mundo a través de la historia.
Con frases memorables comparte la idea de que nosotros, a través de los años, tendemos a repetir nuestras conductas como parte de un procedimiento cíclico donde una decisión repercute en otra y toda acción estuvo precedida por otra. En sus tres horas de duración, Cloud Atlas transforma este entrampamiento de acciones y motivaciones en una gran parábola acerca de la libertad, el amor y la vida. La libertad por la cual lucha un esclavo, un grupo de ancianos recluidos en un asilo y una mujer clonada, el amor entre dos y la vida por la cual lucha la humanidad tras acabar con la Tierra.
Cada momento es un párrafo de vida y eso que se escribe, a su vez, constituye una huella que alguien más, en otro momento y lugar va a hacerlo suyo, tomándolo como inspiración para reescribirla a su manera, por más pequeña que ésta sea, puede convertirse en modelo de algo que tendrá sentido en otro espacio o tiempo.
Una película bastante filosófica que quizá a algunos no les guste por lo rebuscado y personal que es. Insisto en que si fuese una página de cine profundizaríamos mucho más, pero los dejo con la intriga de una magnífica historia. Véanla, se las recomiendo... y si ya salió de cartelera en tu país cómprala o descárgala. Todos somos energía, la misma que se recicla, se transforma, se renueva y alimenta al mundo.
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